2 ¿Quién es ése que oscurece el consejo Con palabras sin sabiduría?
3 Ahora ciñe como varón tus lomos; Yo te preguntaré, y hazme saber tú.
4 ¿Dónde estabas cuando yo fundaba la tierra? Házme lo saber, si tienes inteligencia.
5 ¿Quién ordenó sus medidas, si lo sabes? ¿O quién extendió sobre ella cordel?
6 ¿Sobre qué están fundadas sus basas? ¿O quién puso su piedra angular,
7 Cuando las estrellas todas del alba alababan, Y se regocijaban todos los hijos de Dios?
8 ¿Quién encerró con puertas la mar, Cuando se derramaba por fuera como saliendo de madre;
9 Cuando puse yo nubes por vestidura suya, Y por su faja oscuridad.
10 Y establecí sobre ella mi decreto, Y le puse puertas y cerrojo,
11 Y dije: Hasta aquí vendrás, y no pasarás adelante, Y ahí parará la hinchazón de tus ondas?
12 ¿Has tu mandado á la mañana en tus días? ¿Has mostrado al alba su lugar,
13 Para que ocupe los fines de la tierra, Y que sean sacudidos de ella los impíos?
14 Trasmúdase como lodo bajo de sello, Y viene á estar como con vestidura:
15 Mas la luz de los impíos es quitada de ellos, Y el brazo enaltecido es quebrantado.
16 ¿Has entrado tú hasta los profundos de la mar, Y has andado escudriñando el abismo?
17 ¿Hante sido descubiertas las puertas de la muerte, Y has visto las puertas de la sombra de muerte?
18 ¿Has tú considerado hasta las anchuras de la tierra? Declara si sabes todo esto.
19 ¿Por dónde va el camino á la habitación de la luz, Y dónde está el lugar de las tinieblas?
20 ¿Si llevarás tú ambas cosas á sus términos, Y entenderás las sendas de su casa?
21 ¿Sabíaslo tú porque hubieses ya nacido, O porque es grande el número de tus días?
22 ¿Has tú entrado en los tesoros de la nieve, O has visto los tesoros del granizo,
23 Lo cual tengo yo reservado para el tiempo de angustia, Para el día de la guerra y de la batalla?
24 ¿Por qué camino se reparte la luz, Y se esparce el viento solano sobre la tierra?
25 ¿Quién repartió conducto al turbión, Y camino á los relámpagos y truenos,
26 Haciendo llover sobre la tierra deshabitada, Sobre el desierto, donde no hay hombre,
27 Para hartar la tierra desierta é inculta, Y para hacer brotar la tierna hierba?
28 ¿Tiene la lluvia padre? ¿O quién engendró las gotas del rocío?
29 ¿De qué vientre salió el hielo? Y la escarcha del cielo, ¿quién la engendró?
30 Las aguas se endurecen á manera de piedra, Y congélase la haz del abismo.
31 ¿Podrás tú impedir las delicias de las Pléyades, O desatarás las ligaduras del Orión?
32 ¿Sacarás tú á su tiempo los signos de los cielos, O guiarás el Arcturo con sus hijos?
33 ¿Supiste tú las ordenanzas de los cielos? ¿Dispondrás tú de su potestad en la tierra?
34 ¿Alzarás tú á las nubes tu voz, Para que te cubra muchedumbre de aguas?
35 ¿Enviarás tú los relámpagos, para que ellos vayan? ¿Y diránte ellos: Henos aquí?
36 ¿Quién puso la sabiduría en el interior? ¿O quién dió al entendimiento la inteligencia?
37 ¿Quién puso por cuenta los cielos con sabiduría? Y los odres de los cielos, ¿quién los hace parar,
38 Cuando el polvo se ha convertido en dureza, Y los terrones se han pegado unos con otros?
39 ¿CAZARAS tú la presa para el león? ¿Y saciarás el hambre de los leoncillos,
40 Cuando están echados en las cuevas, O se están en sus guaridas para acechar?
41 ¿Quién preparó al cuervo su alimento, Cuando sus pollos claman á Dios, Bullendo de un lado á otro por carecer de comida?